Jaguar actualmente cuenta con una gama de SUVs y crossovers que ha igualado ya en número, e incluso superado por momentos, a la gama de berlinas y sedanes de la marca británica. No hablemos ya en ventas: tanto el XE como el XF se han desplomado en ventas mientras que la marca británica repunta en cómputo global de ventas anuales. Obviamente, debido tanto a las ventas masivas del E-Pace, y en menor medida, del J-Pace.
Aún así, desde la marca británica son claros y concisos: no van a dejar de lado las berlinas y sedanes en favor únicamente de los SUVs y crossovers, aún viendo que hoy por hoy son mucho más rentables. A diferencia de otras marcas como Mitsubishi, que sí ha tomado este camino, en Jaguar vaticinan un gran detrimento en ventas de este tipo de modelos a medio y largo plazo, y creen que es un error aparcar de manera definitiva los tradicionales cuatro puertas.
La razón principal es la reducción tan importante de emisiones contaminantes y consumos que se continuará llevando a cabo en plazos de diez a quince años. Jaguar apunta a una drástica caída en ventas de SUVs y crossovers en base a estas medidas, por el mero hecho de hablar de modelos más grandes, y por ende, de mayor contaminación y consumo de combustible. Una idea que no suena descabellada viendo que, en el mercado de los eléctricos, el Tesla Model 3 apunta a éxito rotundo como hatchback de gran tamaño frente a rivales directos como el Audi e-tron, guiado en un segmento de crossover compacto.
Mirando hacia el futuro próximo, Jaguar está desarrollando las nuevas generaciones tanto del XE como del XF, y al menos en el primer caso, habrá una variante eléctrica, al igual que ocurre con el I-Pace.
