El Jaguar I-Pace dará vida al menos a dos variantes que estarán en solo unos años. El primero será una versión de alto rendimiento -bajo el sello y desarrollo de Special Vehicle Operations-, y el segundo, una versión off-road con mayores capacidades que el I-Pace estándar para rodar fuera de asfalto. Ahora bien, ¿qué traerá cada una de estas dos variantes, exactamente?
Presentado ya en guisa definitiva y tal y como lo veremos en el mercado, el Jaguar I-Pace está destinado a posicionarse como uno de los modelos insignia de la firma británica. No será el más vendido -al menos de momento- pero por todo lo que supone, y por alzarse como el primer turismo con propulsión eléctrica en la historia contemporánea de Jaguar, el I-Pace marcará un antes y un después en la firma. Y esto, será solo el principio, porque lo que está por venir es si cabe, mucho más interesante.
Empezando por el Jaguar I-Pace SVR, la marca británica quiere un crossover eléctrico de altas prestaciones que pueda jugar una mala pasada en prestaciones al Tesla Model X. Aunque este último no está en el mismo nicho de mercado -es más grande y ostentoso-, el I-Pace SVR buscará situarse como el crossover eléctrico más potente y rápido a la venta. Mientras que, en el otro extremo, el I-Pace off-road (aún sin nombre oficial) irá por un camino bien diferente. El objetivo principal será contar con unas prestaciones fuera de asfalto que si bien no llegarán a los niveles del nuevo Defender, sí serán suficientes para que se comporte de una forma muy digna en terrenos abruptos. Todo esto, compartiendo mismo sistema de propulsión y careciendo de motor de combustión interna.