La nueva gran apuesta de Jaguar para el segmento D ya es oficial: el XE. Un modelo con el que tienen un claro objetivo en mente: robar cuota de mercado al asentado trío alemán que hasta la fecha se ha mostrado intachable frente a los intentos de asedio por los competidores que han ido emergiendo.
Pero lo cierto es que en Jaguar han demostrado estos últimos años saber hacer muy bien los deberes, tal y como muestran sus cifras de ventas, por lo que este modelo sí que puede suponer una amenaza real dentro del segmento. Parecen dispuestos a no cometer los mismos errores que llevaron a que el X-Type -basado en el Ford Mondeo- fuera un fracaso comercial y no se ganara la confianza de la clientela acérrima a la marca.
Sus cotas no son especialmente generosas: 4,67 metros de longitud, 1,42 metros de altura y 1,85 metros de anchura. Sin embargo, desde Jaguar aseguran que cuenta con una buena habitabilidad interior, aún teniendo en cuenta la caída del techo a partir del pilar B emulando la forma de un coupé, algo que limite la altura de los ocupantes que vayan en las plazas traseras. Por su parte, el maletero cuent acon una capacidad de 455 litros sin rueda de repuesto (aunque en su lugar lleva la batería para mejorar el reparto de pesos). No es una capacidad especialmente destacable, puesto que es una marca que logran alcanzar algunos compactos, más aún, si tenemos en cuenta que prescinde de rueda de repuesto.
Uno de los aspectos que mayor diferencia marca dentro de su segmento, es su chasis fabricado casi en su totalidad en aluminio (hasta un 75% del mismo, en el monocasco y carrocería), algo que le permite una rebaja tácita de peso, arrancando en báscula desde los 1.474 kg, dependiendo de la variante y motorización elegida.
Estética
Estéticamente, el XE resulta muy agradable. Se ha optado por hibridar los diseños del XF y XJ, en el que se han optado por realzar principalmente unas líneas dinámicas y donde los genes británicos quedan muy patentes especialmente en su frontal. Se opta por una calandra delantera de grandes dimensiones con el borde plateado a contraste con el resto, además de un paragolpes con generosas entradas de aire en su parte inferior. Los faros delanteros por su parte cuentan con las luces LED integradas en forma de L tumbada.
La vista de perfil se ve ensalzada por las llantas de diseño acertado y grandes dimensiones (habrá que ver que porte tiene con unas llantas de diseño más contenido), además la branquia ubicada en cada aleta delantera, también de color plateado, a juego con la calandra delantera. Es aquí también donde queda muy patente la caída del techo que comentábamos antes.
Finalmente, la zaga desprende un carácter eminentemente germánico, y más en especial, de Audi, tanto por el diseño de los pilotos como por la forma del portón (que como puedes ver, cuenta con unas dimensiones bastante contenidas). Destacar también el difusor inferior acompañado de dos tubos de escape ubicados a cada lado.
No nos olvidamos tampoco del coeficiente aerodinámico logrado, que es de 0,26, una cifra que es muy baja aunque está en la tónica actual de fabricantes que priorizan la eficiencia.
Cinco opciones mecánicas
El XE estará disponible con propulsión trasera y dependiendo de la motorización, con tracción total. Además, estrenará la nueva gama de propulsores modular con denominación ‘Ingenium’ caracterizados por sus cuatro cilindros, inyección directa y sobrealimentación.
No conocemos por el momento la gama por completo, únicamente sabemos que habrá una opción con 163 CV con un consumo medio homologado de 3,8l/100 km. No faltará también una opción V6 de 3 litros y 340 CV a 6.500 rpm y 450 Nm de par máximo a 4.500 rpm, capaz de realizar el 0-100 km/h en 5,1 segundos para la variante más potente. Habrán también cajas de cambio manuales de seis velocidades (para los diésel) así como automáticas de ocho velocidades fabricadas por ZF.
Pensando en su comportamiento dinámico
La apuesta actual del segmento D en este ámbito aboga claramente por un tacto y respuesta más bien deportivo. En Jaguar son conscientes de ellos, por ello, en primer lugar, recibe una dirección asistida eléctrica en lugar de una hidráulica, permitiendo así la instalación de dispositivos como sistemas de estacionamiento automáticos. Si bien es cierto, que con una dirección eléctrica resulta más complicado llegar a un buen compromiso entre tacto y transmisión de información.
Tampoco podemos dejar pasar por alto el esquema de suspensiones, donde encontramos triángulos superpuestos en el eje delantero, y un multibrazo avanzado con tecnología ‘Integral Link’ en el eje trasero.
Equipamiento
En este segmento, las posibilidades de equipamiento -especialmente en el apartado tecnológico- también resultan un hándicap muy a tener en cuenta. Nos encontraremos en él sistemas como frenada autónoma de emergencia, control de crucero adaptativo, control de ángulo muerto con radar de largo alcance, sistema de estacionamiento automático, lector de señales, entre otros.
Pero entrando a valorar mejor algunas de las opciones más inéditas, encontramos el All Surface Progress Control (ASPC), que permite mejorar la motricidad en situaciones donde es más limitada, funcionando únicamente por debajo de 30 km/h, tomando el control del control de tracción y estabilidad, permitiendo de esa forma una dosificación mucho más avanzada del sistema de frenado. Otra de las grandes novedades es un HUD (Head-up Display) que emplea un láser de forma que permite una mejor proyección de la información sobre el parabrisas.
El sistema de infoentretenimiento vendrá a cargo del ‘InControl’ formado por una pantalla táctil de 8 pulgadas, con ocho teclas fijas alrededor de la pantalla para acceder a las funcionalidades, permitiendo además el manejo remoto mediante nuestro smartphone.