Algunas grandes ciudades comienzan a poner coto al diésel por su alto índice de contaminación, pero pese a todo, seguimos teniendo una gran dependencia de él en el viejo continente y por ello los fabricantes, ya sean europeos o asiáticos, saben que si quieren lograr un éxito medianamente moderado con sus berlinas de altas prestaciones, deben apostar por incluir en su gama, al menos, una motorización diésel.
El caso del KIA Stinger es un claro ejemplo: un modelo que nos ha roto todos los esquemas y conceptos que teníamos respecto a la marca (por las aspiraciones a rivalizar con modelos como el Audi A5 Sportback o BMW Serie 4 Gran Coupé) a la hora de llevar un modelo a producción, y del que de momento, sólo conocíamos una gama de motorizaciones más enfocada al mercado norteamericano más que al europeo, arrancando con un propulsor gasolina de 2 litros y 255 CV con 353 Nm de par, así como un V6 de 3.3 litros y 370 CV con 510 Nm de par capaz de pasar de 0 a 100 km/h en sólo 5,1 segundos y su velocidad máxima se cifra en los 270 km/h.
Ahora, el propio fabricante ha concretado que en el modelo de especificaciones europeas, tomará también la base del motor 2.2 CRDi del Sorento de idéntica potencia y un par máximo de 440 Nm entre 1.750 y 2.750 vueltas, cuya potencia está controlada por una caja de cambios por convertidor de par y de ocho velocidades que envía la potencia al eje trasero. La inclusión de este motor no implicará que no llegue con los otros propulsores gasolina anunciados inicialmente, ya que también harán su debut (al igual que la tracción total), si bien, es de esperar que el que mayor ventas acapare sea el diésel en nuestro caso.
Sabemos además las prestaciones con las que contará este motor diésel en el Stinger: 0-100 km/h en 8,5 segundos y una velocidad máxima de 225 km/h, si bien, por el momento, el consumo medio no se ha desvelado (en el caso del Sorento se cifra en 5,7l/100 km).