No es ningún secreto que este comienzo de temporada en la Fórmula 1 ha tenido prácticamente de todo. Si ya de por sí Melbourne tuvo varios incidentes, ayer en Malasia pudimos ver una carrera agónica y muy complicada en todos los aspectos.
En esta carrera, Kimi Räikkönen, piloto de Lotus Renault, pudo acabar sacando una posición que desde luego no ha estado nada, pero que nada mal. Saliendo desde la décima posición debido a una sanción por cambiar caja de cambios, Kimi pudo sacar un buen resultado y quedar en quinta posición, un resultado para nada malo de cara a Lotus Renault.
Con esta buena posición de por medio, no podemos negar que Räikkönen no ha tenido un mal inicio (más bien, reinicio) en la Fórmula 1. El finlandés ha hablado alto y claro, comentando que tanto él como su equipo tienen ganas de correr en un Gran Premio «normal», donde no premie la lluvia, las banderas rojas y agentes externos. Parece que sólo así sabrán dónde está cada equipo, algo que hoy por hoy, se escapa del conocimiento de todas las escuderías. Como apunte interesante, Kimi no se corta… cree firmemente que tienen un equipo fuerte. Muy fuerte.
