Drones, helicópteros, cámaras… pero ahí no planea detener la DGT su campaña de vigilancia del uso del teléfono móvil. Ahora, la Guardia Civil ha comenzado a emplear furgonetas camufladas que por una parte les permitan pasar desapercibidos y no alertar a los conductores de su presencia, y por otra, que debido a la elevada posición de conducción, puedan contemplar de un simple vistazo el interior de otros vehículos para conocer si están haciendo uso del teléfono móvil.
Pero además de servir para detectar distracciones al volante, también sirve para detectar una infracción mucho más clásica como es no llevar el cinturón puesto al volante, si bien es cierto que estos últimos años ha perdido peso en favor de infracciones como distracciones al volante que son las principales responsables junto con el consumo de alcohol de las muertes al volante hoy en día.
De hecho, según datos de la propia DGT, los despistes de los automovilistas causan más accidentes que el exceso de velocidad o el alcohol. De ahí que se esté impulsando una reforma del actual permiso por puntos para que el uso del teléfono móvil al volante suponga la retirada de seis puntos, teniendo como objetivo lograr reducir el repunte de fallecidos en carretera que se ha registrado durante estos últimos años.
Por el momento estas furgonetas se están empleando como una prueba piloto en Galicia, pero gracias a los resultados obtenidos donde en tan sólo 30 minutos han logrado detectar cuatro infracciones de tráfico, no sería de extrañar que pueda llegar a extenderse a otras comunidades autónomas para servir de apoyo a otros sistemas de vigilancia de los agentes.