Estados Unidos, también conocida como la tierra de las oportunidades pero también como la tierra de los pleitos. Nadie está a salvo de recibir uno por inverosímil que nos pueda parecer. Ya han transcurrido casi dos años (más concretamente, en Noviembre de 2013) del fatídico accidente de Paul Walker en el que perdió la vida a bordo de su Porsche Carrera GT cuando iba de acompañante de Roger Rodas, pero sorprendentemente, vuelve a ser noticia, aunque en este caso de la mano de su hija.
Meadow Walker, la hija del conocido actor, ha interpuesto una demanda contra Porsche por homicidio por negligencia. ¿Y a qué se debe semejante afirmación? Según se especifica en la demanda, debido a fallos en los sistemas de seguridad que causaron la muerte del actor tras el accidente. También afirma de forma simultánea que de no haber escatimado tanto en recursos relacionados con la seguridad del vehículo, se podría desde haber evitado el impacto hasta incluso que su padre no falleciera en el impacto.
Pero seguro que quieres ahondar un poco más en esos «recursos relacionados con la seguridad del vehículo» a los que se hace referencia en la demanda. Pues bien, te los vamos a resumir brevemente: culpa al cinturón de seguridad que le mantuvo atrapado y a su vez le quebró las costillas así como la pelvis, impidiendo que pudiera salir del vehículo cuando comenzó a calcinarse en el minuto y veinte segundos que permaneció el deportivo sin incendiarse tras el impacto.
En cualquier caso, personalmente creo que habiendo determinado en su día los peritos e investigadores judiciales que el factor decisivo del accidente fue la velocidad (Roger Rodasconducía a 151 km/h en el momento del accidente, aunque los abogados defienden que iba a 101-114 km/h), resultará difícil argumentar que el causante real fueron otros factores ajenos a la velocidad.
