Es un tema que hemos tratado aquí en numerosas ocasiones: el de los recambios para modelos clásicos de muchas marcas. Mientras que hay marcas que tratan de conservar a toda costa su parque ofreciendo un amplio catálogo de recambios para estos modelos históricos, otras directamente no ven negocio ahí y a partir de modelos de cierta edad resulta ya imposible conseguir recambios en la casa que no vayan más allá de consumibles.
En cualquier caso, y aún pese a las facilidades que ofrecen algunas marcas, conseguir recambios para coches clásicos no ha sido especialmente sencillo cuando hablamos de coches de baja tirada. Por ello, Porsche quiere aprovecharse de las nuevas tecnologías como la impresión 3D para poder ampliar su catálogo de recambios y poder de esta forma ofrecer soluciones por los canales oficiales a sus clientes.
Por ejemplo, uno de los modelos de la firma de producción más limitada, y a su vez, más cotizados hoy en día, es el Porsche 959, del que tan sólo salieron 292 unidades de las cadenas de producción. ¿Qué pasa entonces cuando te viene un propietario del modelo a pedirte un recambio que no es muy habitual que se sustituya como pueda ser la palanca de liberación del embrague? No tiene sentido fabricarlo de acuerdo al método tradicional, donde tendrías que cobrarle una cantidad astronómica para poder compensar el coste de su producción prácticamente unitaria.
Es ahí donde la impresión 3D ha jugado un papel fundamental para poder crear un repuesto que cumpla todos los estándares de calidad de la marca (y que sea resistente, al igual que el componente original, a aceites, gasolina, ácidos y la luz) y siendo más eficiente en su producción.
Entonces… ¿qué lugar va a ocupar la impresión 3D en la fabricación de repuestos de Porsche a partir de ahora? Por el momento, su finalidad va a ser muy concreta: se limitará únicamente para la producción de componentes de baja tirada que no se puedan producir de manera artesanal ni en cadena de producción (donde se fabrican aquellos recambios mucho más habituales y que tienen una demanda constante).
Actualmente han producido nueve piezas diferentes mediante este método, y la idea es lograr producir hasta veinte, para investigar también de manera paralela si es viable la impresión 3D para poder producir este tipo de recambios con una demanda tan peculiar.