Vamos con una buena dosis de realidad: el futuro de la conducción no es como lo imaginamos. La tecnología necesaria para la conducción autónoma ya hace años que existe y cada vez más son los fabricantes que la desarrollan y les funciona bien en diferentes escenarios. De hecho, al ritmo que avanzamos, la próxima década podría estar muy dominada por los coches autónomos.
No hay que negar que los ordenadores son mucho mejores que los humanos en cuanto a la gestión de procesos complejos y nunca se cansan, no tienen sueño y tienen sentimientos que les afecte. Es por eso que en el futuro todo irá muchísimo más rápido que ahora, a un ritmo que simplemente el humano será incapaz de soportar.
Dicho de esta forma ya asusta un poco, pero si veis el vídeo, pienso que algunos pueden llegar incluso al mareo. Fijaos en algo tan común, una intersección. Peter Stone, un profesor de la Universidad de Texas ha estado investigando sobre las intersecciones y los coches autónomos desde 2003. El resultado es lo que veis en el vídeo, un ??caos organizado?.
En la simulación, los rectángulos amarillos son coches controlados por humanos y los blancos son los controlados por ordenador. Pero hay que tener en cuenta que en la simulación solo vemos coches, pero en la vida real existen peatones, ciclistas, motos, imprevistos en la carretera, etc. ¿Que pasa si un coche sufre una avería y se para en medio? ¿Y si un perro cruza la carretera de forma inesperada? La complejidad del asunto puede llegar a ser alucinante.
Vía: motorauthority