La casa bávara continúa avanzando en su estrategia de electrificación en este caso dentro del segmento de los compactos. Mientras algunos de sus competidores directos abandonan este nicho, BMW ha confirmado el desarrollo del i1, un vehículo compacto 100% eléctrico que llegará al mercado en 2028.
El nuevo BMW i1 no será una simple versión eléctrica del Serie 1, sino un modelo completamente diferenciado que se construirá sobre la innovadora plataforma Neue Klasse, diseñada específicamente para vehículos eléctricos. Esta arquitectura dedicada permitirá aprovechar al máximo las ventajas de la propulsión eléctrica, a diferencia de las plataformas de múltiples energías utilizadas en otros modelos de la marca.
Con aproximadamente 4,40 metros de longitud, el i1 se situará en el corazón del segmento C, manteniendo el ADN de BMW en un formato más accesible. Este compacto premium ofrecerá cinco plazas y, gracias a una distancia entre ejes de unos 2,70 metros, promete un habitáculo sorprendentemente espacioso para sus dimensiones.
La tecnología del i1 representará un salto significativo respecto a los actuales vehículos eléctricos de BMW. La plataforma NBx, variante de la Neue Klasse destinada a modelos con tracción delantera, incorporará una arquitectura eléctrica de 800V en lugar de los 400V actuales. Esto, junto con las nuevas células cilíndricas de batería con química mejorada, permitirá alcanzar objetivos ambiciosos: un 30% más de autonomía, cargas un 30% más rápidas y una eficiencia mejorada en un 25%.
La decisión de BMW de continuar y reforzar su presencia en el segmento compacto contrasta con la estrategia de otros fabricantes premium. Mercedes-Benz tiene previsto discontinuar el Clase A en 2026, lo que BMW percibe como una oportunidad de mercado. Como destacan desde la marca, en países como España, Italia o Grecia, el Serie 1 representa hasta un tercio de sus ventas, por lo que abandonar este segmento resultaría impensable.
El i1 no llegará solo, ya que BMW ha programado el lanzamiento del i2 para 2028, un modelo que ofrecerá una orientación más deportiva y que algunos dentro de la compañía describen como «el sucesor espiritual» del primer i3. Ambos convivirán durante algún tiempo con sus homólogos de combustión, ofreciendo a los clientes opciones para diferentes necesidades y mercados.
Esta estrategia forma parte del ambicioso plan de electrificación de BMW, que pretende que los coches eléctricos representen el 25% de sus ventas mundiales para 2025. La plataforma Neue Klasse también promete reducir los costes de fabricación hasta en un 50%, lo que podría traducirse en precios más competitivos.
