El Mazda MX-5 actual, conocido internamente como ND, lleva ya una década conquistando corazones, y lo cierto es que pocos aficionados parecen tener prisa por ver una nueva generación. Existe un temor comprensible a que los coches nuevos se vuelvan inevitablemente más grandes, pesados y, a menudo, desprovistos del pedal de embrague. Sin embargo, para alivio de muchos, Mazda planea mantener la esencia analógica que define a su icónico roadster en su próxima entrega. Masashi Nakayama, Director General de la División de Diseño, ha confirmado que la intención es aligerar aún más el coche, con el objetivo ideal de mantener su peso por debajo de los 1.000 kilogramos. Como referencia, la versión más ligera del Miata actual, el 990S exclusivo para Japón con motor 1.5, pesa 990 kg.
Siguiendo esta filosofía, el próximo MX-5 conservará sus dimensiones compactas, manteniéndose por debajo de los cuatro metros de longitud, una cifra similar a los 3,91 metros del modelo actual. Nakayama subraya que seguirá siendo un coche pequeño, lo que sugiere que conseguir un habitáculo significativamente más espacioso sin aumentar la huella del coche será todo un desafío de ingeniería. En lo que respect a su motor, Ryuichi Umeshita, Director Técnico de Mazda, ha revelado una noticia muy interesante: el próximo MX-5 volverá a prescindir de la turboalimentación. En su lugar, estrenará un motor atmosférico de nuevo desarrollo, distinto a los Skyactiv-G de 1.5 y 2.0 litros actuales. Se trata del esperado Skyactiv-Z, un bloque de cuatro cilindros y 2.5 litros descrito como el «motor de combustión interna ideal». Umeshita anticipa una «potencia muy buena» y una «economía de combustible muy buena», gracias en parte a la optimización de la mezcla aire-combustible que mejora la eficiencia y reduce las emisiones. Este aumento de cilindrada a 2.5 litros ha sido necesaria, ya que aplicar esta tecnología a un 2.0 litros habría resultado en una pérdida de potencia respecto al modelo actual, que alcanza los 181 CV (o 197 CV en la reciente versión 12R japonesa).
Fiel a su público, Mazda asegura que este nuevo motor de gasolina se combinará con una caja de cambios manual, manteniendo vivo el pedal de embrague en una era dominada por las transmisiones automáticas y los sistemas de asistencia al conductor. Aunque la marca estudia la viabilidad de un MX-5 puramente eléctrico, admite que sería más pesado, algo que choca con la filosofía del modelo. La posible electrificación se inclina más hacia una hibridación ligera (mild-hybrid), que añadiría poco peso, a diferencia de sistemas híbridos completos o enchufables que dificultarían cumplir el objetivo de los 1.000 kg. Esta tecnología de 48 voltios podría ser clave para que el motor 2.5 litros llegue a Europa, donde el actual 2.0 fue retirado por emisiones.
No obstante, no esperes la nueva generación de forma inminente. La actualización ND3 se lanzó en 2024, y el motor Skyactiv-Z debutará a finales de 2027 en un CX-5 híbrido, diseñado ya para cumplir la normativa Euro 7.
Vía: Road&Track