Las innovaciones tecnológicas forman parte de múltiples facetas de la vida diaria y la conducción no iba a quedarse fuera de esta revolución. Desde sistemas avanzados de asistencia en carretera hasta el uso de la inteligencia artificial para los vehículos autónomos; los avances tecnológicos se ponen al servicio de los automovilistas.
Hace unos pocos años que se viene hablando de los Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS) como la solución definitiva para garantizar la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad en transporte de personas. Dispositivos como cámaras, radares, etc. informan sobre el estado del tráfico, posibles accidentes e incluso sobre las condiciones meteorológicas adversas.
En este sentido, el uso de un asistente de conducción está siendo cada vez más habitual. Gracias a esta herramienta, podrás grabar todo lo que ocurra durante la conducción y así poder contar con pruebas en caso de accidentes. También cuenta con un asistente de velocidad y llamada automática de emergencia, además de un sistema de aviso de radares.
El futuro de la conducción inteligente
Aunque pueda sonar a ciencia ficción, el futuro de la conducción presenta un escenario donde tu vehículo se podrá comunicar tanto con el resto de vehículos de la carretera, como con ambulancias, grúas, centros de control de tráfico y hasta servicios de parkings inteligentes. Esta realidad no está tan lejana si tenemos en cuenta el ritmo al que avanza la tecnología.
Por otra parte, ya están en uso los sistemas de sensores multimodales, que junto con la informática perimetral sirve para que se pueda monitorizar la velocidad media de las carreteras. De esta forma se puede optimizar el flujo del tráfico en tiempo real. Y es que los sistemas inteligentes de transporte, traen consigo numerosas aplicaciones.
La instalación de cámaras, por ejemplo, posibilita la regulación eficiente de la entrada en zonas restringidas de las ciudades. Los sensores de paso de peatones permiten gestionar mejor los servicios y aumentar la seguridad vial. Las luces de emergencia V16, que sustituirán a los triángulos reflectantes, ayudarán a la geolocalización del vehículo, mejorando así la asistencia.
Sistemas de asistencia avanzados
Los sistemas avanzados de asistencia en la conducción han sido diseñados para prevenir accidentes y reducir los riesgos en la carretera. Estos sistemas consisten en una combinación de algoritmos, sensores y cámaras inteligentes que prestan asistencia a quienes conducen. La información que suministran es en tiempo real.
Dicha información incluye desde la corrección automática de la trayectoria a diferentes alertas de colisión. Además, estos sistemas incluyen el frenado automático de emergencia para detener el vehículo ante situaciones críticas, como, por ejemplo, que quien conduce sufra un desmayo, se duerma o pierda el control durante la conducción.
Seguridad peatonal mejorada
Algunos de los últimos modelos de vehículos que han salido al mercado llevan incorporados sistemas de detección de peatones. Estas herramientas informáticas emplean cámaras y radares con los que detectar la presencia de personas en las inmediaciones del vehículo. Así, si detectan riesgo de colisión, activan los frenos de emergencia, así como advertencias acústicas.
Gracias a esta tecnología, los despistes al volante se minimizan, puesto que queda en manos de los sistemas inteligentes la detección del peligro. Esto no quiere decir que quienes conducen no deban seguir extremando las precauciones al volante y seguir cumpliendo con las normas de circulación. Pero sí que sirve de ayuda para evitar numerosos accidentes.
La revolución de los vehículos autónomos
La inteligencia artificial está cada vez más presente en todas las áreas de la vida. Desde la tecnología propiamente dicha hasta la medicina, la educación, el entretenimiento, los transportes y la conducción. La promesa de los vehículos autónomos es que eliminará por completo los accidentes cometidos debido a errores humanos.
Ahora bien, se trata de una tecnología que todavía está en desarrollo y que aún presenta ciertos riesgos. Programar una máquina para que pueda conducir de manera autónoma evitando absolutamente cualquier tipo de accidente o colisión todavía no se ha logrado. La inteligencia artificial tiene que desarrollarse mucho más para lograr este objetivo.
Monitoreo de fatiga y conectividad inteligente
Una de las innovaciones tecnológicas más importantes es el monitoreo de fatiga. Gracias a un sistema de cámaras y sensores, se analiza el comportamiento de quien está al volante para detectar cualquier signo de fatiga o distracción. Esta herramienta es muy útil en el transporte de mercancías, trenes, autobuses y todo tipo de transportes públicos y privados.
Con este sistema, diferentes alertas sonoras y visuales se activan cuando se identifican patrones que sugieren una disminución en la atención. En los viajes largos, o durante la conducción nocturna, por ejemplo, esta herramienta es de suma utilidad. Gracias a ella se evitarán numerosos accidentes. En cuanto a la conectividad inteligente, la comunicación en tiempo real con dispositivos, servicios, infraestructuras de carreteras e incluso otros vehículos crea un ecosistema de conducción donde la eficiencia y la seguridad son la prioridad.