El Lamborghini Urus es una auténtica barbaridad: fabricado por la marca italiana en búsqueda de nuevos nichos de mercado, el Urus es la máxima expresión de Lamborghini en cuanto a potencia, rotundidad y capacidades dinámicas sobre un tipo de carrocería y estructura que hasta hace solo unos años atrás parecía inconcebible para albergar cifras tales como las que arroja el Urus. Pero en Italia, todo es posible…
…y aún queda carrete por gastar. Las informaciones son claras: habrá un Lamborghini Urus Performante, que acusará una mayor potencia, dinamismo, capacidades dinámicas y un enfoque más claro y directo a circuito. Un menor peso y cambios en el chasis muy suculentos en favor de mayor radicalidad y cercanía a circuito, para ofrecer en cómputo unas cifras arrolladoras, dignas de un superdeportivo.
No hay nombre oficial, tampoco información de la casa de Lamborghini que ponga datos certeros sobre la mesa respecto al Urus Performante. Sí podemos confirmar que se quedará muy cerca de batir la cifra de 700 caballos, que contará con tracción total permanente, y que el peso neto se reducirá en aproximadamente 100 kilos. Esto, junto con mejoras tales como una suspensión más rebajada y orientada al uso en carretera, una aerodinámica más contundente y cercana a circuito y un equipamiento menos off-road y más de competición, darán como resultado un proyecto innato que sacará todas las cosquillas posibles al SUV de Lamborghini.
Sabemos que el Lamborghini Urus Performante tendrá que esperar: al igual que ocurre con el Huracán, la versión Performante del Urus no llegará hasta bien entrado el ciclo de producción del SUV italiano. Es decir, mínimo dos años más para poder verlo rodar en las calles… y también en circuito.