Pocos seréis los que os sorprenderéis hoy cuando entréis a la web de Lancia: sí, se confirma algo que ya se venía fraguando a fuego lento desde hace años. Lancia, una de las marcas del grupo FCA, ha cesado su actividad comercial en nuestro país y será algo que se extienda al resto de países europeos en los que se comercializa. La idea es que su comercialización se limite únicamente al mercado local, y ya veremos cuánto más tiempo se postergará allí esa situación si tenemos en cuenta que tan sólo tienen un modelo en su gama: el Ypsilon.
Y es este último, precisamente, el único modelo de la última y tímida ofensiva que hicieron el que ha logrado hacerse un hueco en el mercado, ya que el Delta, pasó sin pena ni gloria a nivel comercial, y otros modelos que carecían totalmente de la personalidad que les ha caracterizado habitualmente por ser rebrandings de marcas del grupo (véase el caso del último Thema) aún han pasado más de puntillas sin cabe, pese a la agresiva campaña comercial de precios por la que apostaron.
A nosotros es una noticia que nos apena enormemente. Lancia ha sido una marca que estos últimos años ha estado abandonada a su suerte, con una gama de productos cada vez más pequeña y obsoleta, pero que no hace tantas décadas brillaba con luz propia, y no precisamente -que también- por modelos como el Delta Integrale que es el que siempre suele salir en estos debates, sino por otros muchos que resultaban muy rompedores en su época y tenían ese aura que marcaba una clara diferencia frente a su competencia.
Véase como ejemplo algunos de los siguientes (no siguen un orden particular):
Delta S4:
Thema 8.32:
Kappa Coupé:
Fulvia:
Thesis:
Si has comprado recientemente un Lancia, evidentemente, no tienes por qué preocuparte tanto ni por la garantía ni por el suministro de recambios, ya que podrás seguir haciendo uso de la red de concesionarios con la que cuenta FCA en nuestro país. Parece bastante probable, en cualquier caso, que la marca se vea abocada a una muerte dulce y que Alfa Romeo sea ahora la marca a potenciar con mucho más tiento y cariño.