Land Rover tiene interés en seguir expandiendo la gama del Defender, y uno de los pilares de dicha expansión podría ser la introducción de una variante de altas prestaciones firmada por el departamento de Special Vehicle Operations (SVR) con el objetivo de poder rivalizar de tú a tú con el AMG G 63.
¿Y qué motor sería el encargado de moverlo? Contra todo pronóstico no sería el 5.0 supercharged V8 del grupo, sino que sería el 4.4 V8 de BMW gracias a un acuerdo firmado recientemente entre los dos fabricantes. Se trata del mismo motor que encontramos en el X5 M, si bien en este caso tendría algo más de 100 CV menos y arrojaría por tanto una potencia cercana a los 500 CV y estaría asociado a una caja de cambios automática de ocho velocidades y tracción a las cuatro ruedas.
Este Defender SVR contaría con numerosos cambios estéticos, como unas llantas de 22 pulgadas, pasos de rueda ensanchados, paragolpes específicos, entradas de aire de mayor tamaño además de un capó específico que mejore la refrigeración en el vano motor. Eso sí, pese a que el Defender cuenta con tres variantes en la actualidad, sólo el 110 de cuatro puertas sería el que recibiría dicho tratamiento SVR.
En lo que concierne a su puesta a punto, la suspensión neumática formará parte del equipamiento de serie, mientras que el Terrain Response 2 contará con ajustes especiales para adecuarlo a la nueva potencia con la que contaría. Y por supuesto, la plataforma de aluminio sobre la que se asienta la nueva generación del modelo le permitiría contar con un peso razonable dentro de su segmento.
Eso sí, hasta el año 2021 no deberíamos verlo en los concesionarios.