Tras cuatro años de batallas legales, Jaguar Land Rover ha conseguido finalmente poner fin a la producción del clon que venden en China del Evoque conocido como Land Wind X7. Un modelo, que por otra parte, contaba con un gran éxito comercial en aquel mercado, por lo que más allá del atentado a la propiedad industrial, también estaba logrando robar ventas al modelo que copia, que se presentó en 2014 en el Salón de Beijing coincidiendo con el arranque de su producción allí, y que curiosamente, coincidió también con la presentación del Land Wind en el mismo escenario.
Debemos ponerlo en contexto: mientras que la copia china se vendía en torno a los 16.000 euros, para hacernos con un Range Rover Evoque, debíamos de desembolsar más del doble: algo más de 44.000 euros. Pese a que la tecnología, calidades y equipamiento no tuviesen parangón, muchos se dejaban seducir únicamente por su diseño.
La corte ha determinado al menos cinco áreas en las cuáles Land Wind ha copiado al Evoque tras la primera demanda ejercida por Land Rover en el año 2016. Sin embargo, las leyes locales no han impedido hasta la fecha este tipo de acciones que atacan directamente a la propiedad industrial… hasta la fecha. Hay que tener en cuenta que en cualquier caso Land Rover produce también desde hace algunos años en China gracias a su asociación con Chery, por lo que no sería un fabricante completamente extranjero en su totalidad como sí que sucedió cuando desembarcó el modelo en aquel mercado.
Por el momento desconocemos cuál será la compensación que recibirá JLR por haber ganado la batalla legal, pero lo que sí es un hecho es que Land Wind ya ha cesado la producción del X7 debido a la orden judicial tal y como te comentábamos en la introducción del artículo, y con ella, también la campaña de marketing del modelo y por supuesto, la comercialización del mismo.
Esto es sin duda una excelente noticia para otros fabricantes europeos que también han visto cómo algunos de sus modelos han sido fusilados (véase uno de los escándalos más recientes, Zotye y el clon del Porsche Macan), permitiendo de esta forma sentar un precedente para que dichos fabricantes puedan poner fin allí a este tipo de prácticas.