El Alpine A110 ha marcado de forma oficial el comienzo de una nueva era en la firma francesa. Renault llevaba varios años trabajando en el regreso de la división de altas prestaciones que durante décadas estuvo presente junto a Renault, y lo que tenemos por delante es un futuro muy prometedor. En una generación en la que no son pocas las marcas las que reviven sus diferentes submarcas, Renault aprovecha para ir a por todas en el mercado de la deportividad y el dinamismo -a diferencia de rivales como Citroën y DS-, y el A110 es solo la punta del iceberg.
Durante el pasado Salón del Automóvil de Ginebra, Renault presentó el Alpine A110 como un modelo independiente, sin relación aparente con la marca francesa y portando todo lo necesario para competir frente a frente con rivales directos como el Porsche 718 Cayman y el Alfa Romeo 4C. Para ello, el chasis está ajustado hacia una búsqueda máxima de la deportividad a través de una plataforma con motor central-trasero, un motor de escasa cilindrada y bajo peso -1.8 litros de 4 cilindros- pero con una potencia neta más que considerable: 252 caballos y 320 nm de par. Todo esto, con un peso neto de apenas 1.103 kilos. ¿Qué más se puede pedir? Las cifras hablan por sí solas: 0 a 100 kilómetros por hora en 4.5 segundos, velocidad punta superior a 251 km/h…
…visto así, la carta de presentación es más que buena. Pero el A110 no será el único -ni mucho menos-, ya que Alpine y Renault prevén de forma conjunta el desarrollo de al menos dos modelos más con un debut previsto para antes de mediados del próximo lustro. ¿En otras palabras? Alpine presentará a finales de década un nuevo modelo, y podría situarse como un crossover de tamaño compacto y altas dosis de deportividad, mientras que el otro modelo, aún en el aire, podría posicionarse como una berlina del segmento E.
