CATL, el mayor fabricante de baterías para vehículos eléctricos del mundo, ha presentado sus nuevas baterías para vehículos Shenxing Plus con química LFP (litio-ferrofosfato) que suponen un salto adelante importante respecto a las baterías LFP que se comercializan actualmente. Esta química destaca por ser más económica de producir que la NCM y además, por ser más resistente a la degradación.
Según anuncia CATL, este nuevo paquete de baterías tienen una densidad energética de 205 Wh/kg, lo que le permite ofrecer 1.000 km de autonomía bajo el ciclo de homologación chino (CLTC), que recordemos, es mucho más optimista que el nuestro (WLTP).
Sin embargo, no es el punto más interesante: aseguran que también con tan sólo 10 minutos de carga, la batería puede recuperar hasta 600 km de autonomía, por lo que equivaldría a 1 km recuperado por cada segundo de carga, algo posible gracias a un recubrimiento conductor rápido de iones de litio y una nueva encapsulación nanométrica que genera una transmisión de energía más suave y eficiente entre cátodo y ánodo.
CATL ha empleado un material en forma de panal 3D a fin de aumentar la densidad energética del ánodo y así controlar la expansión de su volumen en los ciclos de carga y descarga. El cátodo está fabricado con una tecnología de gradación granular que coloca cada partícula nanométrica en una posición idónea.
También, su carcasa de una pieza permite un mayor aprovechamiento del espacio y la tecnología tecnología CTP 3.0 (Cell to Pack) optimiza la eficiencia del empaquetado en un 7%.
Como suele ocurrir en estos anuncios, todavía no han anunciado cuándo comenzarán a montarse en vehículos ni tampoco su tendrán un coste superior a la anterior generación.