La nipona Lexus ha presentado algunos cambios en el IS-F destinados a hacerlo más usable en el día a día (al menos, así es como lo define Lexus), sin perder por ello un ápice de deportividad. Su propulsor, el ya conocido V8 de 5.0 litros con 423 CV de potencia y caja automática secuencial de ocho velocidades se mantiene intacto.
En primer lugar, delante recibe unos amortiguadores delanteros de la marca Sachs que son de monotubo cuya relación de compresión pasa de 82N/mm a 86N/mm. Con esto se gana en firmeza y flexibilidad, permitiendo una conducción más agradable a altas velocidades. Así mismo, las estabilizadoras delantera y trasera son ahora un poquito más gordas y la suspensión posterior es un 5% más rígida.
Las llantas son de nueva factura, mantienen el diámetro pero ahora son unas BBS de aluminio con un nuevo diseño de 10 radios, equipando 225/40R19 en el eje delantero y 255/35R19 en el eje trasero.
En su interior, el único cambio pasa por la incorporación de la nueva tapicería bitono (rojo-negro) en cuero semi-anilina.