El Lexus LC lleva en cadena de montaje tan solo unos meses pero está claro que en este corto lapso de tiempo, se ha convertido en un modelo fundamental para la marca japonesa. Y es que el Lexus LC toma el testigo como el coupé por excelencia de la marca nipona, con todo lo necesario para estar en el mercado durante más de un lustro y con una tremenda versatilidad para captar un importante número de clientes directamente de su principal gama de rivales.
Basado en el prototipo que Lexus presentó a mediados de la presente década, el Lexus LC dará vida dentro de muy poco a la variante más potente y radical de la casa, que se situará muy cerca de lo que consiguió en su momento el LF-A. El salto cualitativo respecto al RC F -su «hermano pequeño»- será brutal, y marcará las pautas para competir directamente con, entre otros, el BMW M6 Coupé o el Mercedes S 63 AMG. Tanto es así, que la potencia neta del Lexus LC F, que está ya en última fase de pruebas, superará con creces los 600 caballos de potencia.
Está previsto que, contra todo pronóstico, Lexus tire de manual para dar vida al LC F con un bloque motor Twin Turbo V8 de 4.0 litros, en lugar del pesado V8 de 5.0 litros que porta el actual LC 500. A diferencia de este último, el LC F incluirá un paquete aerodinámico mucho más radical y deportivo, orientado más hacia su uso en circuito y acondicionado más para la búsqueda de altas prestaciones que para el lujo y la comodidad. La filosofía será similar a la conseguida en el RC F, pero con una potencia mucho más alta -recordemos que el RC F desarrolla 477 cc, y es atmosférico-.