Actualmente, en nuestro país, gran parte de la mortalidad de los accidentes de tráfico se concentra en las carreteras convencionales y dado que precisamente en 2017 volvió a repuntar por segundo año consecutivo, desde dicho organismo se encuentran trabajando para establecer una serie de medidas que permitan establecer un plan de choque con el que evitar que este año vuelva a repetirse el mismo escenario acontecido recientemente.
Es por ello que el actual director general de la DGT, Gregorio Serrano, ha puesto sobre la mesa un plan para reducir el límite de velocidad actual de 100 km/h existente en algunos tramos de carreteras convencionales a 90 km/h. Esto no sería de ámbito general para todos estos tipos de trazados, ya que dependiendo de la vía, la seguridad que tenga y el estado de conservación de la misma, podría llegar a incrementarse (o dicho de otro modo, mantenerse en los 100 km/h).
Actualmente, estos límites están establecidos para carreteras convencionales de más de un carril en uno de los dos sentidos de circulación o con un arcén pavimentado de anchura igual o superior a 1,5m de 100 km/h para turismos y motocicletas, pudiendo rebasarlo en 20 km/h a fin de poder realizar adelantamientos. En el resto de carreteras convencionales, el límite está fijado a 90 km/h para turismos y motocicletas, contando también con un margen de 20 km/h.
Por el momento no se ha aprobado esta reforma por parte de la DGT, ya que todavía tienen que lograr un consenso entre todos los actores implicados como políticos así como titulares de las vías, algo que además, de manera indirecta, debería favorecer una mejor conservación de las mismas debido a que aquellas en buen estado de conservación podrán optar a mantener el actual límite de velocidad establecido. En cualquier caso, ya han aparecido voces discordantes como la RACE que no se muestra a favor poniendo como ejemplo el caso de uso de la reducción del límite de autopistas de 120 a 110 km/h que en la práctica no supuso una mejora en materia medioambiental o de siniestralidad.
Esta ley debería enviarse a lo largo de las próximas semanas al Ministerio del Interior a fin de que pueda iniciarse su tramitación. Tendremos que esperar todavía un poco para ver si finalmente se materializa o no logra los suficientes apoyos.
