Tesla Motors quiere prevenir cualquier daño que pueda afectar a su imagen. Tras haber detectado una unidad en Europa con un fallo en el pretensor de un cinturón de seguridad del Tesla Model S que ha sido notificado a la marca por su propietario (sin haberlo puesto a prueba en un accidente, simplemente se percató de que no estaba funcionando el pretensor de manera correcta).
Desde 2012 (año en el que se inició la comercialización del modelo), Tesla ha realizado más de 3.000 inspecciones aleatorias en sus unidades para comprobar si hay otras afectadas por el mismo problema. Y pese a no haber detectado ninguna otra entre ellas, han optado por cortar por lo sano y decidir llamar a revisión a todas sus unidades, un total de 90.000. Para ello, se está poniendo en contacto con todos sus clientes vía correo electrónico para notificarles de la llamada a revisión, en el que argumentan que en caso de accidente el cinturón podría no ofrecer la máxima protección.
No deja de ser curioso el hecho de que opten por realizar esto en lugar de como hacen otros fabricantes que se esperan a que se registren más casos y posteriormente en base a eso ya decidan lo que realizar. Aunque también es cierto que no deja de ser una cantidad relativamente contenida si la comparamos con otros modelos superventas que abundan en el mercado.
Obviamente, el procedimiento será totalmente gratuito para los clientes, aunque desde la marca no han especificado exactamente el flujo de trabajo a realizar en cada unidad para solventar el problema.
