Ya te comentamos recientemente que para que los coches eléctricos realmente peguen el petardazo en el mercado, deberán superar dos escollos: sus elevados precios -algo que se está normalizando paulatinamente con el lanzamiento de diversos modelos y el abaratamiento del coste de las baterías- y por otra parte, con las reducidas autonomías que ofrecen a día de hoy en comparación con los motores de combustión interna convencionales.
De hecho, el CEO de Daimler, Dieter Zetsche se atreve a poner una cifra a la autonomía necesaria para que realmente los eléctricos sean competitivos: al menos, 500 km de autonomía. Esa visión que tienen sobre el mercado de los eléctricos explicaría por ejemplo, por qué su oferta de eléctricos es por el momento tan escasa. Y por ello, de momento, estén apostando de forma más contundente por el paso previo razonable a los eléctricos puros: los modelos híbridos enchufables, pero también apostando por otras soluciones como los vehículos de pila de hidrógeno, con anuncios como que el GLC recibirá una variante F-CELL el próximo año 2017, del que se espera que tenga una autonomía de 400-500 kilómetros.
Según el CEO de Daimler, parte de la solución al problema pasaría por una rebaja en el coste actual del kWh en las baterías de los coches eléctricos, que se sitúa en 150 euros. Según sus declaraciones, debería bajar hasta los 120 euros el kWh para de esta forma lograr mejorar su autonomía sin que el precio final se dispare descontroladamente.
Está claro que el camino a corto y medio plazo pasa por una hibridación de las gamas de los principales fabricantes para posteriormente acabar en modelos puramente eléctricos, una situación que debería normalizarse en la industria a nuestro juicio en torno a dentro de una década, aunque haya cada vez más fabricantes poniendo empeño en modelos eléctricos más «útiles».
Vía: Automotive News
