Lotus está llevando a cabo una renovación de marca tal y como la hemos conocido en estos últimos años. En la búsqueda por expandir su gama de modelos y tratar de conseguir más ventas y aumentar el rendimiento y beneficios de la firma inglesa, más allá de nuevos proyectos similares a los actuales, desde Lotus parecen haber dado con la llave. Una llave muy cara.
La idea es sencilla: el nuevo Lotus Omega será un superdeportivo con varios motores eléctricos, sin motor gasolina o diésel,, tracción total, y una potencia neta de al menos 1.000 caballos. El nombre Omega no es nuevo: ya lo llevó un modelo de Lotus de los años noventa que estaba basado Opel Omega de la época (imagen final). No está confirmado que vaya a ser el nombre oficial, por ahora es una mera referencia interna. Pero más allá del nombre definitivo, cabe destacar el gran interés de Lotus por entrar en un mercado que, en solo unos años, será extraordinario.
Las cifras a priori son similares a las marcadas por el nuevo Tesla Roadster. Para conseguirlas, Lotus debería optar por baterías en estado sólido, y de ser así, el debut podría estar aún a varios años de distancia. De hecho, cabe recordar que el primer Roadster de Tesla partió de la base del Lotus Elise, así que el Omega podría contar con una plataforma similar a la del nuevo Roadster estadounidense. No compartirá precio ni carrocería, que se fijará alrededor de dos millones de euros, y en cuanto a la estética y aerodinámica, será propia a la de un superexótico.
Con este proyecto, Lotus espera codearse con proyectos como el Mercedes AMG ONE, Aston Martin Valkyrie… pero apostando por un competidor que prescinda de cualquier motor de combustión interna o de explosión.
