Al igual que ocurre en otras de las principales ciudades europeas, y más aún, teniendo en cuenta los altos niveles de contaminación que año tras año presenta Madrid, muy por encima de los impuestos desde la Unión Europea, desde la alcaldía quieren continuar poniendo coto al uso del transporte privado a fin de poder reducir las tasas de contaminación. Por ello, cuentan con un Plan de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid en el que esperan que para el año 2020, el coche privado quede prohibido en la parte central de la capital.
Así pues, a partir del 1 de Enero de 2015, según ha informado el diario ‘El País’, Madrid volvera a imponer restricciones en materia de tráfico privado en el centro de la ciudad. Concretamente, afectará a una superficie de 190 hectáreas, complementando por tanto las nuevas medidas de los barrios Sol y Palacio a las restricciones ya existentes en Embajadores y Cortes. Las únicas excepciones se realizarán con vehículos que pertenezcan a residentes de la zona o aquellos que vayan a estacionar en uno de los 13 aparcamientos establecidos y ubicados dentro de la zona perimetral.
Las motocicletas tendrán acceso libre desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche, mientras que las furgonetas de reparto podrán hacerlo libremente entre las 10 de la mañana y la 1 del medio día los días laborables. Estas 352 hectáreas se engloban dentro del Área de Prioridad Residencial (APR).
¿Cómo se controlará a los infractores?
Con una solución similar a la que se emplea en ciudades como Granada (con un afán recaudatorio más que de respeto al medio ambiente, todo sea dicho). Se procederá a la instalación de 22 cámaras de vigilancia que se encargarán de la supervisión de las matrículas, cotejándolas en la base de datos y multando automáticamente a los infractores. Aquellos que sean sancionados, deberán abonar 90 euros.
Según se ha podido dar a conocer, esta área perimetral tiene un coste de mantenimiento de 500.000 euros anuales.
