Sobre la base del MINI Cooper JCW, el preparador Manhart Performance ha llevado mucho más allá las pretensiones del modelo para ofrecernos una opción aún más radical y potente si cabe para calle. Aunque es cierto que esto es algo que siempre puede ir a más, llega un momento en el que a partir de rebasar cierta línea roja, nuestro vehículo deja de ser útil como medio de transporte para convertirse únicamente en un medio de diversión.
Para el apartado estético se ha optado por el color de carrocería ‘British Racing Green’, un color bastante mítico entre los coches británicos, y al que se ha aderezado con franjas longitudinales de color dorado, un color también presente en las entradas de aire del paragolpes y las llantas de aleación de 19 pulgadas de aleación ligera. También podemos detectar que estamos ante el Manhart MINI F300 gracias a los numerosos emblemas de la carrocería.
¿Qué es un coche racing sin un habitáculo aderezado para la ocasión? Por ello el MINI F300 recurre a la tapicería en alcántara tanto para asientos como el volante, encontrando además en el caso de los asientos costuras doradas a contraste tal y como sucede en el exterior del habitáculo, además de alfombrillas de velours con los logotipos del preparador.
Aunque el plato fuerte viene de la mano del propulsor de 2 litros turbo que gracias a un escape deportivo Remus, un nuevo intercooler de mayor caudal y una ECU optimizada ahora es capaz de entregar 300 CV de potencia y 470 Nm de par. Y aunque desconocemos las cifras resultantes, es obvio apostar a que el 0-100 km/h en 6,1 segundos que hace el modelo de serie quedará ampliamente rebasado.
¡Ah! y no te preocupes, porque dinámicamente sabrá contestar de forma más contundente a esta potenciación con una suspensión roscada KW y una barra de torretas delantera de fibra de carbono.
