Dentro del paquete de medidas presentado por el gobierno francés de Emmanuel Macron para paliar el cambio climático, se incluye una que no estará exenta de polémica pero que a su vez, deja abierta la veda a que el resto de principales gobiernos europeos vayan consolidando medidas en la misma línea. De hecho, Noruega ya anunció la prohibición de los vehículos de combustión, pero el peso que tiene Francia dentro de la UE implica un impacto mucho mayor con el anuncio de una medida de este calado.
La medida en cuestión es que Francia tiene intención de poner fin a la venta de vehículos de gasolina y diésel para el año 2040, para de esta forma, convertirse neutra en carbono para el año 2050, tal y como ha anunciado el ministro de ecología, Nicolas Hulot en la presentación de las medidas. Mientras tanto, Donald Trump anunció que retiraría el acuerdo contra el cambio climático que se firmó en París en el año 2015.
Por otra parte, aunque fabricantes como Renault son uno de los fabricantes a nivel mundial que cuentan con mayor elenco de modelos eléctricos en su gama, no sucede lo mismo en otros fabricantes patrios, y por supuesto, en otras marcas extranjeras, por lo que parte del trabajo también debe incidir sobre esos fabricantes de cara a acelerar esta transición apostando de manera más firme por la electrificación.
El gobierno francés espera acompañar estas medidas junto con otras como poner fin a la producción de electricidad generada por carbón para el año 2022, además de detener la entrega de nuevas licencias de hidrocarburos en el país galo.