Hace no mucho tiempo se dejó entrever por parte de la marca alemana un giro absolutamente radical en torno al Mercedes Clase G. Y es que se llegó incluso a pensar en un radical cambio de concepto y filosofía, similar a lo que en un principio se espera con el Land Rover Defender. Sin embargo, con el tiempo ya avanzado y viendo que estamos a solo unos meses de conocer la nueva generación del Mercedes Clase G, los ánimos se han templado. Y para bien.
La nueva generación del todoterreno por excelencia de la marca de la estrella será una evolución, y no una revolución. Partirá de un chasis totalmente nuevo y fabricado en materiales ligeros que servirán no solo para mejorar las capacidades dentro y fuera del asfalto, sino también para reducir de forma drástica el peso neto del todoterreno alemán. Y es que el objetivo inicial de Mercedes es mejorar tanto las capacidades dinámicas, como también la comodidad y las emisiones contaminantes del Clase G. Por ello, reducir el peso, además de mejorar la estructura y por supuesto adoptar una nueva generación de motores, conforman pasos fundamentales.
Mirando hacia adelante, Mercedes dará un mayor espacio en el habitáculo, lo que significa que las dimensiones y proporciones del Clase G serán superiores. No obstante, desde la marca alemana perjuran que las capacidades off-road no solo se mantendrán intactas sino que mejorarán, lo que da a entender que el Clase G no estará tan orientado al uso en asfalto como pensábamos. Sí veremos mejoras en ambos aspectos, dado un chasis más nuevo, peso más bajo, mejores suspensiones y sistemas de frenado… todo esto, acompañado de una nueva generación de motores entre los que destacará el diésel de 2.9 litros recién salido del horno, el V8 4.0 litros AMG para el G 63 con una potencia prevista superior a 600 caballos, y también una futura versión híbrida.
