Maserati también se adapta a los nuevos tiempos y normativas, por ello, sobre la base del SUV Levante y tomando el motor 2.0 Turbo de cuatro cilindros, le ha aplicado una hibridación ligera de 48 voltios y dejándolo en 330 CV, pero permitiéndole beneficiarse en países como España de la etiqueta ECO.
Este propulsor presume de pesar 46 kilogramos menos que el V6, además de una potencia específica más bien tirando a alta (165 CV/litro). También es destacable es su gasto de carburante, que si bien todavía no son oficiales las cifras concretas al encontrarse en homologación, la firma italiana asegura que gasta un 18% menos.
Con él, puede realizar el 0-100 km/h en tan sólo 6 segundos, además de lograr una velocidad máxima de 240 km/h. Se nutre de un compresor eléctrico -denominado eBooster- que mejora la respuesta en bajas y logra de esta forma una respuesta más rápida a la hora de acelerar. Para poder mantener el reparto de peso 50/50, la batería encargada de alimentar el motor eléctrico está en la parte trasera, y respecto al Ghibli con el que comparte motorización, el SUV cuenta con una electrónica específica, además de una tracción integral a las cuatro ruedas y un grupo final más corto en la transmisión.
La finalidad de introducir esta nueva motorización es la de poder brindar una alternativa a la versión diésel, que ahora desaparecer de la gama. Por supuesto, se beneficia de las novedades ya vistas en la gama 2021, tales como unos pilotos traseros con nueva firma lumínica, nueva parrilla delantera (cromada o negra), nuevos logotipos y grafías, además de contar en exclusiva para esta versión con detalles exteriores de color azul tales como las pinzas de freno y las salidas de aire laterales.
Su interior también recibe la nueva pantalla central de 8,2 pulgadas así como nueva instrumentación y un nuevo sistema de infoentretenimiento.