Cuando se presentó la nueva generación de uno de los roadster más icónicos de la historia, el Mazda MX-5, uno de los aspectos más llamativos fueron sin lugar a dudas la considerable reducción de peso ejecutada sobre él. Concretamente, se sitúa en torno a los 100 kg respecto a la generación saliente, y todo ello, gracias al empleo de materiales y aleaciones más ligeras, sin renunciar por ello a un mayor equipamiento en materia de seguridad o entretenimiento.
Desde hace casi dos décadas, Bose y Mazda trabajan conjuntamente en el MX-5 para ofrecer una experiencia de sonido multimedia más refinada. Y es que, aunque ir descapotado en un roadster implique estar dispuesto a ir escuchando más todo el entorno que nos rodea (especialmente cuando circulamos a velocidades elevadas), con un deflector de viento y un buen equipo de sonido no echaremos de menos la calidad musical de cualquier habitáculo cerrado convencional.
Esta nueva generación cuenta con una tecnologia que en función de la posición de la capota (plegada o desplegada), el ecualizador del equipo de sonido se ajusta automáticamente para que mediante una tecnología de cancelación de rudio denominada Bose Autopilot mitigue en la medida de lo posible el ruido de la carretera del viento, logrando de esta forma una mayor nitidez en las canciones que estemos escuchando.
Tampoco podemos pasar por alto la pareja de altavoces de 50mm con tecnología Bose UltraNearField que van instalados en los reposacabezas del conductor y acompañante, y que gracias a la tecnología mencionada logran emitir un sonido más evolvente, complenetándose con los altavoces de 165 mm instalados en los paneles de puerta, además de los tweeter de 25mm en los pilares de las puertas, un amplificador de siete canales digital y finalmente un subwoofer de 130mm ubicado en los pies del acompañante.
