Nos encontramos inmersos en una transición dentro de la industria automovilística en la que posiblemente veamos a no pocos fabricantes quedarse por el camino, algunos por haber llegado demasiado temprano a dicha transición, y otros, por haberlo hecho demasiado tarde. Hay un hecho que muchos pasan por alto, y es que los fabricantes asiáticos están produciendo ya vehículos eléctricos con autonomías equiparables a motores térmicos y a precios realmente competitivos.
Aún con todo esto, hay fabricantes que todavía no parecen apostar de lleno por esa transición y prefieren seguir aferrados a los motores tradicionales, aunque convenientemente evolucionados. Esto es algo más habitual en fabricantes pequeños, en los que necesitan amortizar las colosales inversiones en dichas arquitecturas de motores, algo que no se logra en cuestión de pocos años.
Mazda, a través de Ichiro Hirose, una de las cabezas más visibles dentro del desarrollo de motores de compañía, ha desvelado en una entrevista que para el fabricante de Hiroshima, los motores eléctricos no son ahora mismo una prioridad y seguirán centrados en los motores térmicos. ¿Cuáles son las razones que esgrime para haber tomado esa decisión?
Según argumenta, en Mazda creen que los motores de combustión emiten menos CO2 que los eléctricos. Aparentemente esto no tendría sentido, por eso, ellos se refieren a que cada región y mercado tiene diferentes métodos de generación de electricidad, y en algunos casos, dependiendo de cómo ésta se genere, podrían ser más limpios que los de combustión interna o viceversa.
Y aunque creamos que por los años de desarrollo que lleva consigo, el motor de combustión ya está cerca de su techo tecnológico, Hirose afirma que aún podrían beneficiarse de mejoras que los hagan un 30% más eficientes que en la actualidad, no quedándose atrás de este reto los motores diésel. Por ello, apuestan por tecnologías como las SKYACTIV-X y las sucesivas evoluciones que pueda ir teniendo en el tiempo.
Vía: CarAdvice
