Incluso antes de que cesara la producción del RX-8 allá por el 2012 (que recordemos, en mercados como el europeo dejó de comercializarse mucho antes del final de su producción), ya se rumoreaban numerosas informaciones frente al sucesor espiritual del RX-8 y el motor rotativo de nuevo diseño del que se le dotaría que fuera capaz de cumplir con las nuevas normativas de emisiones.
Desde entonces, ha habido un sucesivo rifi-rafe por parte de rumores y declaraciones de diversas personalidades reconocidas de Mazda en la que retomaban y posteriormente metían en el congelador dicho proyecto por diversos motivos. En esta ocasión, las noticias son halagüeñas, ya que todo indica que han sacado el desarrollo de su motor rotativo del congelador para (esperemos que esta vez sí) culminar su desarrollo e implementarlo en el nuevo gran deportivo de la marca. En todos estos años, han realizado todo tipo de pruebas y presentado numerosas patentes, incluyendo patentes en las que funcionaba como un sistema híbrido en el que el motor rotativo actuaba como un ‘range extender’, funcionando principalmente con el motor eléctrico.
Dichas declaraciones las obtenemos de Masamichi Kogai, que en el Salón de Fráncfort ha anunciado que tiene a un equipo de ingenieros trabajando de forma bastante activa sobre el motor rotativo de nueva generación, y que además, quieren equipararlos a los motores de pistones. Es decir, eso implica lograr un salto evolutivo considerable en términos de eficiencia tanto en el gasto de carburante como de emisiones. pero también, sin olvidar otros pequeños aspectos como el arranque en frío o el par a bajas vueltas (y más en una época en la que cada vez se valora más positivamente con la proliferación de las mecánicas sobrealimentadas).
Recordemos que el 40 aniversario del primer RX-7 que irrumpió en el mercado será en 2018, y desde luego, sería un año idóneo para aprovechar y traer un relevo generacional a la altura de las circunstancias. ¿Verdad, Mazda?
Vía: Autocar
Bien por los chicos de Mazda. Seguro que sorprenderán