la información del próximo RX-8 que teníamos hasta ahora ha puesto sobre la mesa en todo momento las serias intenciones de la firma japonesa para poner en escena cuanto antes un sucesor digno y tremendo del Mazda RX-8. Un camino que en cierto sentido todos tenemos asumido que recorrerán, pero no con la exactitud que a mí al menos me gustaría. Porque del próximo RX-8 hay muchas incógnitas por despejar, empezando por si se denominará RX-9 y terminando en relación a la potencia neta que portará.
De la potencia dependerá en buena parte la existencia o no de un nuevo RX-7. Las filtraciones que se han producido esta semana hablan de un RX-9 con una potencia capaz de situarlo al mismo nivel que otros como por ejemplo, el Porsche Cayman GT4, el BMW M4 Coupé o el Mercedes C 63 AMG Coupé de nueva generación -aún por llegar-. Con 455 caballos como potencia estimada, la puerta al RX-7 queda plenamente abierta.
¿Qué deberíamos esperar?
Mazda ha registrado los nombres RX-7 y RX-9 en Japón con el fin de no tener problemas para debutar cualquiera de los dos nuevos coches. No es ni de lejos una confirmación respecto a que la marca nipona vaya a desarrollar un nuevo RX-7, pero sí da una pista sobre las intenciones, que no dejan de ser interesantes. Si el RX-9 llegase a estar en un sector tan premium, habría hueco más que de sobra para que la leyenda del RX-7 renaciese de nuevo.
En el caso del RX-9 (no es un nombre oficial, no lo olvidemos) Mazda adoptará un nuevo motor rotativo de nueva generación y será turboalimentado capaz de desarrollar 455 caballos. Podría ser también la base para el RX-7, pero obviamente adaptado y con la potencia lo suficientemente reducida como para que ambos modelos pudiesen coexistir. Después de leer noticias y confirmaciones como que habrá un nuevo Subaru BRZ (y por consiguiente un segundo Toyota GT 86) y que Nissan baraja un baby GT-R, son razones suficientes para ver un horizonte prometedor en la idea o ilusión de un nuevo RX-7.
Vía: Motoring
