Teníamos ya ganas de ver al Mercedes-AMG A45 S rodar en el Infierno Verde y finalmente ha llegado ese momento. El A45 S es uno de los compactos más espectaculares de los últimos tiempos, y ese título se debe en gran parte a su motor. El 2.0 turboalimentado que es capaz de arrojar nada menos que 421 CV y que lo sitúa como el motor de cuatro cilindros más potente del mundo de fábrica.
Desde Sport Auto se han acercado a Nürburgring para poder ponerlo a prueba y han logrado completar una vuelta en tan sólo 7 minutos y 48.8 segundos de la mano del piloto Christian Gebhardt que ya acredita una más que dilatada experiencia en el circuito. Esto significa que es más rápido que un BMW M4 que necesita de 7 minutos y 52 segundos, que un Caterham R500 SuperLight que necesita 7 minutos y 55 segundos y si nos vamos a aparatos más serios, requiere el mismo tiempo en completar la vuelta que un Porsche 911 GT3 RS 996.1 del año 2007. Otra curiosidad es que también es más rápido que un Lamborghini Murcielago, que necesitó de 7 minutos y 50 segundos para completar la vuelta, tiempo idéntico al logrado por el BMW M3 CSL (E46).
Y sí, esto se logra gracias al espectacular avance tecnológico que hemos podido ver en este sentido dentro de la industria automovilística. En concreto, el A45 S cuenta con tracción total AMG Performance 4MATIC+ conectable automáticamente con reparto de par variable entre ambos ejes y se complementa con el AMG Torque Control, donde dos embragues situados en el eje posterior permiten lograr una distribución entre las dos ruedas traseras de forma individual.
Sin lugar a dudas Mercedes ha logrado un producto redondo con él, al conseguir un coche que sea apto para usar en el día a día con todas las comodidades, lujos y tecnología que cabría esperar, pero a su vez, ofreciendo unas prestaciones dignas de deportivos míticos de hace no muchos años atrás.