Lo que por el momento será la versión más deportiva del nuevo Clase G, el Mercedes-AMG G 63 2018 ya ha sido desvelado. Si bien, tendremos que esperar unas semanas hasta poder verlo en vivo en el Salón del Automóvil de Ginebra el 6 de marzo de 2018.
Para esta ocasión, Mercedes ha reservado el propulsor V8 biturbo de 4 litros pero con una potencia de 585 CV, el cual cuenta con un par máximo de 850 Nm desde las 2.500 vueltas, con lo que realiza el 0-100 km/h en 4,5 segundos alcanzando una velocidad máxima de 220 km/h limitada electrónicamente (240 km/h en el caso del paquete AMG Driver). La potencia la entrega a través de una tracción integral con hasta tres bloqueos de diferencial y una caja de cambios de 9 velocidades con transiciones rápidas (AMG Speedshift TCT 9G), apoyándose en una amortiguación adaptativa regulable y una suspensión con eje de trapecio articulado detrás.
En pos de su eficiencia, cuenta con un sistema de desactivación selectiva de cilindros (AMG Cylinder Management), en el que de manera automática y en base a una serie de condiciones y estilo de conducción, puede desconectar los cilindros dos, tres, cinco y ocho, suponiendo de esta manera una mejora loable en el consumo medio que obtiene. En cualquier caso, el consumio medio que regista en su homologación es de 13,2l/100 km.
A nivel visual, es fácil identificar al Clase G gracias a sus paragolpes específicos, nuevas entradas de aire, calandra delantera específica, salidas de escape o los pasos de rueda ensanchados. Ah, y claro está las enormes llantas de 22 pulgadas -cuya utilidad fuera del asfalto, es, como te imaginarás, nula-. En su habitáculo los cambios son mucho más discretos y continúa manteniendo un aspecto muy similar al de la variante no deportiva, más allá de detalles específicos en volante o asientos.
Mercedes-AMG G 63 2018
