El todocamino que se encuentra en mitad de la gama de SUVs de Mercedes, el GLC, ya ha recibido su particular bautizo por parte de AMG. Y lo hace, en primera instancia, con el GLC 43 4MATIC, que será la opción más potente por el momento hasta que más tarde haga aparición el GLC 63 con el V8 Biturbo.
En el caso del GLC 43 4MATIC, se emplea un V6 Biturbo de 3 litros con 367 CV de potencia y un par motor de 520 Nm con una caja de cambios automática 9G-Tronic con función de doble embrague al reducir y que se encarga de distribuir su potencia a las cuatro ruedas con un reparto de par de 31% en el eje delantero y 69% en el eje trasero.
Pese a su nada desdeñable peso dado su tamaño (1.845 kg en orden de marcha), con esta motorización realiza el 0-100 km/h en 4,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h limitada electrónicamente, con un consumo medio homologado de 8,3l/100 km y unas emisiones de 189 g/km. Respecto al GLC convencional, cuenta con un equipo de frenado más potente con discos de mayor diámetro de 360 mm en el eje delantero -perforados- y 320 mm en el eje trasero, además de haber recalibrado sus suspensiones para lograr un tarado más firme a través del sistema AMG Ride Control y la suspensión adaptativa Air Body Control con diferentes niveles de funcionamiento.
El exterior no queda al margen de las modificaciones, introduciendo faldones sobredimensionados, llantas de aleación de 19 pulgadas, paragolpes delantero y trasero específicos, taloneras laterales en cromo, además de cuatro salidas posteriores en la zaga hexagonales. También su interior hace gala de un volante multifunción deportivo en cuero negro con pespuntes de color rojo, un detalle que también encontramos en la tapicería en piel negra, así como inserciones en fibra de carbono y asientos deportivos. ¡Ah! por si no te habías fijado, la instrumentación es específica con un cuadro de relojes tarado a 280 km/h.
Tras su presentación en el Salón de Nueva York, Mercedes admitirá pedidos del mismo a partir del mes de Abril.