Mercedes-Benz cumple lo prometido y junto con la división deportiva de la marca presentan su auténtica estrella del Salón del Automóvil de París. Llega el Mercedes AMG GT C Roadster, deslumbrando por todo lo alto y concretando que estamos ante una aplastante novedad por parte de la marca de la estrella y que va a traer mucha más cola de lo previsto. Porque no solo es la presentación del esperado AMG GT descapotable, y es que además es todo un adelanto de lo que nos deparará la renovación de medio ciclo del deportivo alemán de cara al próximo año.
Lo primero que nos llama la atención del AMG GT C Roadster es el diseño y la aerodinámica, diciendo adiós al techo rígido y dejando el habitáculo a descubierto en un intercambio de líneas y un cambio en el diseño para hacer acopio del hueco necesario para guardar el techo eléctrico de lona, que se abate en tan solo 11 segundos. Cambios en el frontal, en el habitáculo… pero en resumidas cuentas, los cambios más radicales se esconden bajo la carrocería, ya que el AMG GT C Roadster es mucho más potente que el GT S, y se acerca peligrosamente a las prestaciones del GT R.
El AMG GT Roadster desarrolla una potencia neta de 550 caballos y 680 nm de par a través del V8 Twin Turbo de 4.0 litros. Bastante más que los 510 cv del GT S, y como tal, suficientes para acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 3.7 segundos y alcanzar una velocidad punta de 320 km/h. Mercedes-AMG también ha publicado, aunque no llevado a París, el AMG GT Roadster estándar, que parte del mismo motor pero la potencia es más reducida -476 caballos- y más lento en prestaciones.
Mirando hacia adelante, estas mejoras de mecánica y motor que Mercedes ha realizado sobre el AMG GT Roadster frente al GT S coupé se verán aplicadas el próximo año, ya que Mercedes confirmó que será en 2017 cuando presenten una renovación parcial de la gama coupé del AMG GT, e incluirá estas dos nuevas motorizaciones.