Por fin se ha oficializado el sucesor del SLS AMG, el Mercedes-AMG GT, siendo el segundo modelo desarrollado de forma exclusiva por AMG y que supone un cambio de filosofía importante respecto al modelo anteriormente mencionado por ser un modelo de propósito más general, al no buscar ser un producto tan exclusivo y caro, y poder rivalizar mejor con el legendario Porsche 911, además de otros modelos como el Audi R8 o Jaguar F-Type.
Mecánica
El Mercedes-AMG GT está dividido en dos variantes de diferentes escalones de potencia. Eso sí, ambas tienen una característica común: están dotadas del mismo V8 sobrealimentado (bi-turbo) de inyección directa, lubricación por cárter seco y con cuatro litros de cilindrada. Dicho propulsor está instalado en posición delantero-central y una caja de cambios (de doble embrague y siete relaciones) ubicada en posición transaxle por delante del eje trasero, con una distribución de pesos de 47% en el caso del eje delantero y 53% en el trasero.
La opción más accesible cuenta con 462 CV de potencia a 6.000 RPM, con un par máximo de 600 Nm, mientras que en el caso del GT S, la potencia asciende hasta los 510 CV a 6.250 RPM y un par máximo de 650 Nm.
Prestacionalmente, el AMG GT realiza el 0-100 km/h en 4 segundos, logrando una velocidad máxima de 304 km/h, con un consumo medio homolohado de 9,3l/100 km. Por su parte, el GT S recorta ligeramente las cifras, pasando a hacer el 0-100 km/h en 3,8 segundos, con una velocidad máxima de 310 km/h y un consumo medio homologado de 9,4l/100 km.
¿Y el peso? Te preguntarás… de nada sirve un elevado número de caballos si luego cuenta con un peso desproporcionado. Bueno, aquí Mercedes-AMG ha optado por el empleo de aluminio de forma íntegra en su monocasco, además de emplearlo junto con el magnesio en otros elementos de la carrocería con el mismo fin, quedándose el AMG GT en 1.615 kg, un peso ligeramente más contenido que algunos de sus principales rivales. Si optamos por el AMG GT S, el peso se incrementa hasta los 1.645 kg, pero debemos tener en cuenta que el GT S prescinde del diferencial autoblocante mecánico por uno controlado electrónicamente, además de unos frenos de 390 mm de diámetro en lugar de los de 360 mm. Además, en opción, pueden completarse con unos carbocerámicos de 402 mm delante y 360 mm detrás.
Las llantas también cambian de una versión a otra. Mientras que el AMG GT cuent acon llantas de 19 pulgadas con neumáticos 255/35 delante y 295/35 detrás, el GT S cuenta con 20 pulgadas en el eje trasero y 265/35 en el eje delantero y 295/30 en el eje trasero.
Interior
El interior resulta otro de los aspectos más llamativos de este coche. Con una configuración biplaza, lo que más llamativo nos resulta es la disposición del salpicadero y la consola central. Encontramos en la parte central cuatro salidas de aire en cuya parte superior se sitúael sistema multimedia con pantalla de 8,4 pulgadas (muy similar al empleado en otros modelos de mercedes) y que podemos manejar a través de un touchpad.
La consola central es la que goza de gran protagonismo, por su original caída hacia el túnel central, y con cuatro botones a cada lado. En dichos botones, podemos encontrar por ejemplo el AMG DYNAMIC SELECT, un mando que nos permite seleccionar cuatro modos de conducción predefinidos (cinco en el caso del AMG GT S, que recibe el nombre de RACE).
En opción, en el AMG GT, y de serie ne el GT S contamos con el AMG RIDE CONTROL, que nos permite variar electrónicamente el ajuste de los amortiguadores, buscándolos adaptar mejor a la conducción que queramos realizar en ese momento. En dicha consola central también encontramos el ajuste del sistema de control de estabilidad, donde podemos seleccionar entre tres modos: activado (ESP ON), modo deportivo (ESP SPORT) y desactivado (ESP OFF).
Llegada al mercado
El Mercede-AMG GT debería llegar al mercado a finales del primer trimestre de 2015, a un precio que en España se situaría en la franja de los 100.000-150.000 euros, un precio considerablemente inferior respecto al que se comercializaba el ‘alas de gaviota’.
Mercedes-AMG GT