Mercedes ha presentado su nuevo carreras-cliente que sirve como complemento a los GT3 y GT4 ya existentes, situándose en este caso por encima de ellos y listo para poder competir en la temporada 2023.
Y para ello, lo han hecho poniendo toda la carne en el asador, al presentarse con unas credenciales que no dejan indiferentes: se trata del coche de carreras homologado más potente de la historia del programa deportivo. 707 CV y 800 Nm de par que se extraen del motor V8 biturbo de 4.0 litros y que va aparejado a una caja de cambios secuencial de competición de seis velocidades que se acciona a través de unas levas de cambio montadas en el volante y con desarrollos específicos.
No han comunicado el peso concreto, pero sabemos que está por debajo de los 1.400 kg, incluyendo el aire acondicionado. ¿Cómo se consigue? entre otras cosas, con el uso de fibra de carbono para el depósito de combustible de 120 litros, capó, célula de seguridad del conductor así como otros elementos. Para mejorar su comportamiento, también han desarrollado de forma específica unas barras estabilizadoras ajustables y suspensión delantera y trasera con doble horquilla de aluminio.
Estéticamente, podemos encontrar en él unas llantas forjadas de 18 pulgadas monotuerca, alerón trasero específico de gran tamaño y ajustable, grandes tomas de aire y salidas de aire en los pasos de rueda delanteros. Su interior cuenta con una DDU (Digital Display Unit), un volante multifunción para que el piloto pueda controlar las funciones principales desde el mismo, jaula antivuelco homologada, sistema de extinción de incendios así como arnés de seguridad de seis puntos.