Mercedes-Benz hace oficial en el Salón del Automóvil de Fráncfort el nuevo Mercedes-AMG Project One. Tal y como esperábamos, la marca de la estrella pone sobre la mesa su máxima creación, aquel con el que asientan las bases de una nueva era de superdeportivos y con el que marcan un antes y después en las filas de la marca alemana. Es brutal, apabullante, y se mire por donde se mire no parece haber calificativos suficientes para catalogarlo.
Tenemos que remontarnos a finales de los años noventa para recordar la última creación de similares características, el mítico CLK AMG GTR. Sin embargo, las diferencias entre uno y otro son enormes, ya que de por sí, el Mercedes-AMG Project One no busca ser turismo, busca ser lo más parecido a un Fórmula 1 de calle. Y desde luego, lo consigue. Más de 1.000 caballos de potencia, 4 motores eléctricos y un 1.6 litros turbo V6 derivado del que utilizan en la escudería alemana y girando a más de 11.000 revoluciones por minuto, hablan por sí solos. La caja de cambios es automática de 8 velocidades.
Estas cifras arrojan datos que Mercedes-Benz ya aporta: 0 a 200 kilómetros por hora en 6 segundos y una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora. Viendo lo que tarda en recorrer desde parado hasta alcanzar los 200 km/h, va dando buena cuenta de cual será la aceleración de 0 a 100 km/h, que por ahora Mercedes-Benz no ha publicado. Para conseguir estas cifras, Mercedes-AMG apuesta por dos motores eléctricos en cada eje, situando el propulsor gasolina de manera central y aprovechando al máximo cada uno de los propulsores. Los motores eléctricos del eje delantero, para que nos hagamos una idea, giran a nada más y nada menos que 50.000 revoluciones por minuto. Las baterías, de litio-ión, pesan unos 200 kilos y reciben el 80% de la energía utilizada en el sistema de frenado del eje delantero. La marca alemana segura que el Project One puede recorrer 25 kilómetros sin utilizar el motor de seis cilindros.
Yendo más allá, el Mercedes-AMG Project One es espectacular se mire por donde se mire, y el interior se asemeja mucho a cómo sería un Fórmula 1 con cockpit cerrado.