El stand de Mercedes del Salón de Ginebra hará también gala del AMG S65 Final Edition. Su nombre hace precisamente referencia a que el motor V12 de 6 litros biturbo de AMG parte de la gama, y han pensado en homenajearlo con esta edición limitada.
Por ello, tan sólo se producirán 130 unidades a nivel mundial -ya nace siendo un futuro clásico-, y todas ellas contarán con una serie de características que las hacen muy especiales. Empezando por su carrocería, de color negro (Obsidian Black), llantas de 20 pulgadas de diámetro, cuatro salidas de color negro brillante o el logotipo de AMG presente sobre el pilar C. Algunos de esos detalles están acabado en color dorado a contraste con la carrocería (llantas, tomas de aire delanteras, taloneras laterales o algunos elementos del paragolpes trasero).
Su interior luce también detalles en color cobre, además de inserciones decorativas en fibra de carbono con una tapicería en cuero Nappa con costuras a contraste de color cobre también y volante «AMG Edition». También hay una placa identificativa correspondiente al número de la edición.
Finalmente, el motor, como no podía ser de otra manera, es el V12 biturbo de 6 litros con 630 CV de potencia y nada menos que 1.000 Nm de par disponibles desde las 2.300 vueltas. Con semejante despliegue de caballería, poco importan los 2.250 kilogramos, al menos en prestaciones brutas, tal y como nos viene a comunicar su 0-100 km/h en . Viene además con el paquete AMG Driver que deslimita su velocidad máxima llevándolo hasta los 300 km/h, además de venir acompañado de una funda específica para el vehículo.
El precio es por el momento una incógnita, pero teniendo en cuenta que se trata de una edición limitada, estará a todas luces por encima del S65 AMG.
Mercedes-AMG S65 Final Edition
