Cuando cada vez más fabricantes parecen querer desligarse de los motores diésel, algunos de manera inminente, y otros, en sus planes futuros. Sin embargo, todavía vemos apuestas cuanto menos sorprendentes en este aspecto como la que acaba de hacer Mercedes presentando un diésel híbrido. No es ni mucho menos algo novedoso ni revolucionario; esta combinación ya fue explotada por PSA durante un tiempo y pasó sin pena ni gloria por el mercado.
En el caso de Mercedes, ha querido llamar a esta combinación EQ Power y hace uso de un motor eléctrico con un propulsor diésel, encargándose la transmisión automática 9 G-Tronic de gestionar el conjunto. El motor eléctrico aporta 122 CV y 440 Nm de par, con una autonomía eléctrica de 50 kilómetros.
Su batería de ion-litio cuenta con una capacidad de 13,5 kWh y es recargable, necesitando de tan sólo 2 horas si contamos con el wallbox de la marca (o 7 horas si lo hacemos con una toma de corriente normal), permitiendo de esta forma a aquellos usuarios del modelo que puedan realizar sus desplazamientos cotidianos urbanos sin necesidad de emitir CO2. No se contempla por el momento un sistema de carga inalámbrica.
Contará con cuatro modos de funcionamiento: Hybrid (función estándar, donde combina la potencia de ambos), E-Modus (conducción 100% eléctrica), E-Save (se reserva la carga de la batería para poder hacer uso de ella más adelante) y finalmente el modo Charge para cargar la batería mientras circulamos. Destacar que el modo E-Modus cambia el comportamiento del pedal de gas a fin de ejercer una pequeña resistencia antes de activar el motor diésel y de esa forma poder ‘educar’ al conductor en las buenas prácticas.
Los Clase C y Clase E en ambas carrocerías (berlina y Estate) estarán disponibles con esta motorización, que se suma a otro híbrido ya existente en la gama como es el caso del S650 e.