Mercedes ya ha iniciado el desembarco de manera oficial de la nueva generación del Clase G 2019 (sí, lo es, aún con su parentesco estético con el modelo saliente), el cual, por el momento, tan sólo lo hace con una única opción mecánica cuya potencia alcanza los 422 CV.
Gracias a su bastidor de travesaños y a una mejora de sus ángulos de ataque y aumento de la altura libre junto con los tres bloqueos de diferencial y desmultiplicación para todoterreno Low Range, le confieren unas cualidades fuera del asfalto de las mejoras que podemos encontrar en un todoterreno de producción hoy en día, además de la posibilidad de sortear vadeos de hasta 70 cm formados por agua y barro. Se ha realizado también un importante esfuerzo en rebajar el peso del conjunto -aún pese a la notable incorporación de elementos de seguridad y equipamiento-, reduciendo su peso en 170 kilogramos.
Su habitáculo es donde se palpa también un salto cualitativo importante, abanderado por las dos pantallas opcionales de 12,3 pulgadas, además de introducir más airbags y elementos de seguridad como detector de fatiga, alerta de cambio de carril nvoluntario, freno de mano eléctrico, entre otros. El Clase G viene equipado en nuestro país con llantas de 18 pulgadas, asientos con ajuste eléctrico, volante multifunción deportivo, navegador COMMAND con Bluetooth y USB, cámara de visión trasera y cuatro elevalunas eléctricos.
Este motor en cuestión es un V8 de 4 litros biturbo ampliamente conocido por los modelos deportivos que lo equipan dentro de la marca y que posee un par de 610 Nm entre las 2.000 y 4.750 rpm, gestionados a través de la caja de cambios automática 9G-Tronic. Su capacidad de aceleración en el 0-100 km/h es de 5,9 segundos.
La firma alemana ha fijado el precio de partida en 127.450 euros, a lo que habrá que sumar los extras adicionales con los que queramos dotarlo y por el cual su precio se disparará de manera considerable. Si queremos la versión AMG Line, el precio de partida en este caso de 133.837 euros.