Aunque ya no tengamos Maybach como marca independiente y produciendo modelos tan lujosos y extravagantes, sí que continúa empleándose como denominación y sello de identidad para versiones lujosas y en las que se ha puesto aún más esmero y desempeño en todos sus detalles.
El último modelo en estar acuñado bajo esta batuta del lujo es el Mercedes-Maybach S650 Cabriolet, presentado en el Salón de Los Ángeles y del que únicamente se producirán 300 unidades. Por si fuera poco, además de su tirada limitada, necesitarás al menos 300.000 euros de liquidez para poder hacerte con uno, así que mucho nos tememos que nos tendremos que conformar con verlo a través de nuestras pantallas o eventualmente, alguna de las unidades por la calle.
Pero entonces, ¿qué diferencias cuenta respecto a un Clase S Cabrio para justificar esa diferencia de precio y la limitación en su producción? Para empezar, las ópticas delanteras con cristales de Swarovski incrustados, llantas específicas de 20 pulgadas, una funda de tela de alta calidad en el mismo color que la capota para tapar nuestro vehículo cuando esté aparcado, certificado de calidad firmado por el mismísimo CEO de Daimler (Dieter Zetsche), un llavero fabricado en la tapicería del interior del coche, inserciones de madera juego de maletas a medida, alfombrillas específicas, capota con el logo Maybach en su interior, más combinaciones de colores interiores, además de venir de serie sistemas como el Aircap (deflector de aire) o Airscarf (calefacción a la altura del cuello integrada en los asientos).
El motor, por su parte, se hereda del S65 AMG, siendo un V12 de 6 litros y 630 CV con un monstruoso par de 1.000 Nm que reparte la fuerza al eje trasero mediante una caja de cambios 7G-Tronic y que es capaz de realizar el 0-100 km/h en 4,1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h.
Mercedes-Maybach S650 Cabriolet
