Al leer el titular, lo más probable es que pienses que se trata de una unidad que ha sido adquirida por algún especulador para conservarla y en un futuro poder especular con ella. Nada más lejos de la realidad, la historia es mucho más rocambolesca de lo que parece a priori: Un Mercedes SL 500 con 128 kilómetros en su odómetro.
La historia se remonta a un cumpleaños de la propietaria, a la que por su cumpleaños, le regalaron este modelo nuevo (sí, a mí también me gustaría que me hicieran regalos de esta envergadura…). Tras recorrer los kilómetros que marca su odómetro al sacarlo del concesionario de Normand Mayfair (Reino Unido), lo aparcó en un aparcamiento subterráneo de Kinightsbridge y perdió las llaves, y aunque siguiendo la lógica y sentido común todos hubiéramos pedido un duplicado para poder seguir disfrutando de un coche así, no lo hizo en su caso.
Ahora ha sido rescatado y ha recibido una profunda puesta a punto (20 años parado no pasan en balde), para ello, se le han reemplazado todos sus líquidos y las juntas más importantes, además de haber recibido una limpieza en profundidad. El resto de zonas y componentes susceptibles de apercibir el paso del tiempo y de haber estado a la intemperie sin protecciones de ningún tipo, más allá de haber estado guardado en una ubicación cerrada se ven en un estado fantástico.
Como resultado de su escasísimo kilometraje, su precio en la subasta se espera que sea 10 veces superior al de la unidad media del mercado de segunda mano, es decir, en torno a los 60-65.000 euros. Aún así, sigue siendo considerablemente más económico que una unidad nueva del modelo vigente.
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Subasta Mercedes SL 500
