La plataforma modular MRA de Mercedes-Benz no sólo está siendo el camino para nuevos lanzamientos como el Clase C, sino que también será la balsa sobre la que rodará el nuevo Clase E, el cual ya está en fase final de desarrollo y que por cierto, será más eficiente que nunca.
Con la llegada del invierno, las principales marcas alemanas comienzan una de las temporadas más duras del año en cuanto a pruebas de coches, donde en países como Alemania o España (en el caso de lugares como el punto más alto de Sierra Nevada) se aprovecha al máximo el frío y las malas condiciones climatológicas para sacar el máximo rendimiento a los futuros coches alemanes. Y el Clase E en su variante híbrido enchufable, no será menos.
Una importante baza de todo el Clase E
Estos días se ha podido ver en Alemania un prototipo del nuevo Clase E que incluye un hueco bajo el faro trasero derecho (imagen, externa) que corresponde a la toma de corriente eléctrica para recargar las baterías. No será el más rápido o el más potente, pero sí es cierto que el Clase E híbrido enchufable repercutirá en gran medida al resto de la gama, ya que viendo cómo evoluciona el mercado de los híbridos o eléctricos (sobre todo el Tesla Model S, principal rival del alemán), no hay otro camino. Las expectativas de ventas para los años venideros son muy altas, y que lleguemos a ver incluso varias versiones de tales características podría ser un hecho en la próxima y ya casi presente generación.
Sumando que veremos una evolución en la gama de motores, un chasis totalmente nuevo y desarrollado con materiales ligeros como el aluminio o el magnesio, El Clase E también tendrá gran protagonismo por cuenta de la gama AMG ya que junto con la versión estándar E 63 AMG (que superará los 300 caballos), también habrá al menos un AMG Sport menos potente y situado como escalón previo.
