Esa es la medida a la que tuvo que llegar el propietario de estas dos joyas del automvilismo, un Mercedes SL500 y un ML 400CDI, que tras pagar infinidad de reparaciones muy costosas por una pésima calidad de ambos coches (se pueden ver las facturas a lo largo de los cristales y carrocería), decidió dejarlos en exposición a la puerta de su casa en una carretera francesa muy transitada con carteles explicando lo sucedido.
Según Pedro, que es quien me envía esta curiosa noticia, los coches llevan como símbolo de exposición más de 4 años, sin haber sido ni siquiera arrancados. ¿Cuánto tiempo seguirán así?
Gracias Pedro por enviarme la noticia