Cuando publicamos en MotorAdictos el MINI Electric Concept, ya te anunciamos que estábamos ante un proyecto que efectivamente tenía un hueco más que garantizado en el mercado. No obstante, lo que no esperábamos por entonces era que MINI tuviese en la cabeza un segmento diferente al de pequeño urbanita que mostraba el Electric Concept. Pero, lógicamente, esta cambio es trascendental: aún más interesante, y con un mayor espectro de ventas.
Hablamos, cómo no, del mercado de los b-SUV y crossovers urbanos. Es aquí donde MINI introducirá un nuevo modelo totalmente eléctrico y que prescindirá de cualquier motor de combustión interna. La idea es sencilla: utilizar la plataforma de tracción delantera UKL1, un motor eléctrico, un kit de baterías de litio-ión, y un diseño atrevido pero también conservador si hablamos de las líneas generales de MINI a lo largo de estos últimos años. ¿Plato de éxito asegurado? Podríamos decir que sí.
El MINI eléctrico competirá con rivales directos como el Nissan Juke o el Volkswagen T-Cross, aunque a priori ninguno de estos dos ofrecerán una alternativa sin motor de gasolina o diésel. El proyecto en sí se postula apasionante, ya que en principio el b-SUV eléctrico de MINI será el único en su concepto y capacidades dinámicas, y permitirá a la marca inglesa expandir un mercado coronándose en ventas y liderazgo. La alternativa más directa, una vez esté en el mercado antes de que termine la década, será el Tesla Model Y, aunque este último será mucho más grande y contundente, más costoso y con versiones más potentes y de mayor capacidad. ¿En otras palabras? Jugarán en mercados diferentes.