El MINI Electric Pacesetter es la última apuesta de la firma para ofrecer un nuevo coche de seguridad para la Fórmula E. Porque claro, no tendría sentido que una competición donde el eje sea la electrificación tenga como seminarista a un coche con motor térmico, ¿no?
Este modelo se basa en el Cooper SE y bebe inspiración del John Cooper Works. Para la realización de su carrocería, BMW Motorsport y MINI han trabajado conjuntamente, encargándose la división de M de los pasos de rueda, añadidos aerodinámicos así como la distribución del peso. Como curiosidad, algunas de las piezas de su carrocería están realizadas en fibra de carbono en 3D.
Su interior ha sido debidamente vaciado y en él sólo queda lo mínimo imprescindible para poder desempeñar su labor. Por tanto, se ha despojado de todos los plásticos y aislantes con los que viene de fábrica, se han instalado unos asientos de competición con respaldo en fibra de carbono, además de reemplazar los paneles de serie por unos en fibra de carbono. También recibe una jaula antivuelco.
La parte ciclo se complementa con unos frenos de cuatro pistones y neumáticos Michelin Pilot Sport en medidas 245/40 R18 (siendo los mismos que montan en el eje delantero los coches de la Fórmula E), además de una suspensión de competición ajustable de tres vías para rebote, compresión, altura e inclinación.
Tras esta dieta, se ha quedado en un peso de 1.230 (130 kg menos que el MINI Cooper SE de calle). Su motor continúa entregando 184 CV de potencia y 280 Nm de par, pero gracias a la dieta a la que se ha sometido, ahora necesita de 6,7 segundos para realizar el 0-100 km/h y su 80-120 km/h es de 4,3 segundos.
Su debut está previsto para el segundo evento (Carrera 3) de la temporada 2021 de la
