En la reciente presentación del MINI John Cooper Works GP hay dos cosas que nos llamaron poderosamente la atención: la primera de ellas, es su potente motor de 2 litros con 306 CV de potencia y 450 Nm de par. La segunda, que las 3.000 unidades llegasen únicamente con una caja de cambios automática Steptronic de 8 velocidades, algo que rompe un poco con la filosofía que hemos visto hasta la fecha en la marca… pero, ¿por qué?
MINI se defiende argumentando que en la firma no cuentan con ninguna caja de cambios manual capaz de ser colocada transversalmente en la parte delantera con un bloqueo de diferencial integrado y que sea capaz de soportar su elevado par motor en un uso deportivo. Algo que les ha hecho optar por nutrirse de la caja ya existente en los John Cooper Works Countryman/Clubman así como en el BMW M135i y decidir no invertir en una manual debido a que no saldría rentable hacerlo por su limitada tirada.
Sin duda no es algo que convenza a los más puristas, pero estamos convencidos que prefieren que venga en esta guisa a que directamente el modelo no se lleve a término porque sea inviable, ¿verdad?
MINI además ha aprovechado para comentar que los pasos de rueda delanteros realizados en plástico reforzado con fibra de carbono no son meramente estéticos, sino que permiten acomodar mejor el mayor ancho de vías y neumáticos del modelo, y además mejorar el flujo de aire y reducir la resistencia. Y según confirmaron, ha sido posible fabricarlos con los excedentes de producción procedentes de los BMW i3 e i8.
Vía: Autoblog